Luz, sombra y la eterna búsqueda

Última actualización: 26 de julio de 2025Por Etiquetas:

Conversación con la creadora artística Olena Kolesnik

Olena Kolesnik es una creadora artística que busca encuentros internos. Entre sus trabajos se encuentran la búsqueda, la experiencia, la luz, las preguntas y experimentos con diferentes materiales. Ella crea cuadros, vídeos creativos, instalaciones artísticas, colabora con marcas de ropa y otros profesionales de esferas artísticas. Hoy hablamos sobre el nacimiento del arte, por qué es importante permanecer atentos a nuestro diálogo interno y sobre lo que ella ve en las personas que se paran frente a sus creaciones.

¿Quién es Olena Kolesnik en su estudio y fuera de él?

Fuera del estudio soy como los demás. A veces perezosa, graciosa, cansada. Soy una observadora de los cambios de luz que se producen a lo largo del día y del juego de las sombras. Me interesa el autodescubrimiento, la psicología, la astrología, la física. Hago escucha activa de las historias que me confían. Cuando estoy con un grupo de personas comparto con sinceridad mis propias historias, los desafíos que logro superar. También me gusta la soledad y el poder encontrarme en silencio con mis propios pensamientos cuando estoy viajando o al lado del mar. Tengo miles de ideas y tengo fe en aquello que hago.

El estudio es una continuación de todo esto. Ahí pongo en práctica una estructura, un orden, los desafíos y los experimentos. Si tengo una idea, pero no sé cómo realizarla, es una señal de que necesito descubrir la manera de hacerlo. En mi vida no hay fronteras entre mi yo del estudio y mi yo fuera de él. Como dijo Salvador Dalí, “no creo el surrealismo, yo soy surrealismo”, así mismo manifiesto yo, “soy creatividad”.

¿Qué te condujo al arte y qué te mantiene junto a él?

Me condujo mi búsqueda de un método que me permitiera entender el mundo y entenderme a mí misma. Veo el arte desde un punto de vista muy pragmático, como un instrumento de autodescubrimiento a nivel mental, como un instrumento de inversión a nivel material.

Lo que me mantiene ahí es que cada colección creada es una nueva pregunta y una nueva búsqueda de respuestas. También que alguien me diga “tu obra habla de mí”. Es una sensación muy especial cuando tu mundo interior de repente resuena con alguien más y ambos lo descubrís. Cada uno tiene sus preguntas y estáis preparados para dialogar.

¿De qué tratan tus obras si hablamos simplificando?

Tratan de cómo ser uno mismo en un mundo que está en un continuo proceso de cambio. Sobre la identidad femenina, la fuerza del silencio interno, sobre la memoria, el momento presente.

¿Tienes momentos difíciles para crear?

Sí, hay momentos en los que quieres esconderte de todo o es difícil de procesar la experiencia que acabas de vivir. En momentos así me doy el permiso de estar en silencio. De escuchar. El arte vuelve cuando puedo ser sincera conmigo misma, pero no espero la inspiración. Si ahora mismo no puedo hablar sobre algún tema, busco otra temática en que puedo y quiero trabajar. Hago al mismo tiempo varias series de cuadros o proyectos. A veces tienes que madurar hasta el nivel que te has propuesto a ti misma.

Por ejemplo, la exposición. Primero asigno una altura, después me ocupo de cuestiones más prácticas. ¿De qué quiero hablar? ¿Qué series pueden contar lo que quiero transmitir y cuáles debo terminar? ¿Qué entorno se puede convertir en una prolongación de esa conversación? Y así otras preguntas similares. En cuanto determino la dirección la sigo paso a paso.

¿Qué te inspira?

Un rayo de sol en el suelo. Una conversación. La estructura de una concha. Necesito ver un propósito, un sentido. ¿Para qué todo esto?

Cada material que uso tiene su propio lenguaje. Las acuarelas son sensibilidad, transparencia, una línea divisoria entre la consciencia y la materia. El óleo crea capas de sentidos, etc. Elijo los materiales acordes a la idea central de lo que quiero transmitir.

¿Qué conversaciones mantienes con tu espectador?

Yo invito a dialogar, comparto mis hallazgos sin pretensiones. Quiero simplemente que la persona que está frente a uno de mis trabajos pueda sentirse ella misma. Ver su propia historia. Sentir, aunque solo le resuene un ínfimo detalle. Quizás con el tiempo crezcan frutos maravillosos en su corazón.

¿Por qué te preocupan los temas que tratan la identidad, el autodescubrimiento y la feminidad?

Porque yo misma me pregunto cómo es ser mujer. Dónde empiezo y dónde acabo. Cómo puedo crear mi realidad a partir de mis decisiones y mis responsabilidades.

Veo cuántas personas se pierden en lo que “deben ser” y lo difícil que es alcanzar a ser lo que de verdad son. Algunas veces yo también he estado perdida y a veces me pierdo aún. El arte es mi lugar donde ser sincera.

Cuando alguien compra una de tus obras, ¿qué esperas que sientan con ella?

No espero nada de los demás. Cada cuadro es una luz en una habitación, siempre sabes que está ahí, pero cada uno decide qué hacer con ella. Puedo compartir dónde está mi interruptor, pero otro nuevo podría estar cerca.

Fuentes — Cuenta de Instagram @olena.koliesnik
web – https://olena-koliesnik.artfond.me/
Fotografia: Nazarii Parkhomyk

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