La relación de Ucrania y España, ayer y hoy
A la orilla de dos mares diferentes, el mar Mediterráneo y el Mar Negro, España y Ucrania construyen una relación que cada año se hace más estrecha
A pesar de su distancia geográfica y diferencias en su camino histórico, nuestros países están unidos por una esencia europea común, valores como libertad y fortaleza, un rico legado cultural y la capacidad de apoyo mutuo en tiempos difíciles. Cuando una guerra llega a Europa, es indispensable repensar el concepto mismo de la solidaridad, recordando cómo se fue construyendo la relación de ambos países y analizar aspectos importantes de su situación actual.
Tras la declaración de la independencia en 1991, Ucrania comienza a forjar activamente su política exterior, donde la relación con los países europeos ocupa un lugar especial. Uno de los primeros países de Europa Occidental que reconoció la independencia de Ucrania fue España. Por ello, el 30 de enero de 1992, dos países, en apariencia lejanos cultural y geográficamente, establecieron oficialmente relaciones diplomáticas. Ese hito dio comienzo a una colaboración de largo plazo en la esfera política, humanitaria, cultural, así como en áreas de educación y defensa.
En junio de 1995 se abrió en Madrid la Embajada de Ucrania, al tiempo que comenzaba a funcionar en Barcelona el Consulado General. El Consulado Honorífico de Valencia se convirtió en uno de los núcleos de acción más importantes: organiza la ayuda a los ucranianos en la región valenciana, coordina las iniciativas de voluntariado, favorece la actualización de la documentación necesaria, así como la adaptación y el apoyo a los ucranianos en materia jurídica, escolar y cultural. Sus actividades crecieron exponencialmente tras 2022, sobre todo en cuanto a la colaboración con los organismos regionales como la Cruz Roja de la Comunidad Valenciana.
La primera visita oficial de peso del entonces presidente de Ucrania, Leonid Kuchma, a España fue en noviembre de 1996. Justo entonces, ambos gobiernos firmaron el Acuerdo de Colaboración, que sigue siendo la base de las relaciones diplomáticas de ambos países hoy en día. Esa visita creó el fundamento para un nuevo interés de inversiones españolas en el mercado ucraniano. Al año siguiente, Leonid Kuchma participó en la firma del histórico Acuerdo de Colaboración Especial con la OTAN que tuvo lugar en Madrid con la participación del presidente español y en aquel entonces el secretario general de la OTAN, Javier Solana. A lo largo de los años siguientes, las relaciones entre ambos países se desarrollaron despacio, pero sin estancarse, poniendo el acento en el apoyo de las aspiraciones europeas de Ucrania.
La mayor profundización en las relaciones de Ucrania y España se produjo después de la invasión rusa de Ucrania a gran escala en 2022. España mostró una solidaridad sin precedentes en cuanto a la ayuda humanitaria, la acogida de los refugiados, el apoyo económico y militar del país. En julio de 2023, el presidente de Ucrania, Volodymyr Zelenskyy, firmó en Madrid la Declaración Conjunta con el Presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez. En ese momento, Pedro Sánchez señaló que “España estará de lado de Ucrania el tiempo que haga falta. No olvidaremos quién es el agresor y quién la víctima.” A lo que el presidente ucraniano contestó que “Es una verdadera muestra de apoyo con significado estratégico para nuestra defensa, para cada ucraniano que lucha por su libertad.”
Al comienzo de los años 2000, las empresas españolas empezaron a invertir de forma activa en los sectores de construcción, energía y transporte de Ucrania. A su vez, Ucrania empezó a exportar a España su grano, aceite, metal y servicios informáticos. En 2021 el volumen de transacciones supuso 1,5 mil millones de euros y después de 2022 esos importes siguieron aumentando a pesar de una guerra en curso en el territorio ucraniano. Hay que señalar que la colaboración en cuanto al sector energético España está compartiendo su propia experiencia en la introducción de las energías renovables. Hay muchas empresas energéticas españolas que ya están interesadas en los proyectos de la reconstrucción sostenible de Ucrania. También es importante el interés de las empresas españolas en la reconstrucción de puentes y caminos, así como de la logística ucraniana en general. La protección de la salud también es un aspecto de desarrollo activo entre ambas partes, los médicos españoles han donado cargamentos sanitarios y aparatos médicos y han tratado a los ucranianos heridos.
Tras la firma del acuerdo entre los dos Ministerios de Educación en 2025 sobre la promoción de la enseñanza de lengua castellana en los colegios ucranianos y de colaboración entre las universidades, las esferas de colaboración en materia de educación se han ampliado significativamente. Las universidades de Madrid, Barcelona, Valencia, Granada o Alicante ya están recibiendo a estudiantes ucranianos mediante programas de intercambio y prácticas.
La presencia cultural ucraniana en España se ha vuelto de suma importancia gracias a la labor de las comunidades y asociaciones ucranianas. Cada año salen a las manifestaciones en apoyo a Ucrania, organizan días de la cultura ucraniana, encuentros literarios, conciertos y festivales. A partir de 2022, en las ciudades españolas han surgido centros de ayuda a los ucranianos, como el de la asociación “Amigos de Ucrania” en Alicante con una escuela para niños los sábados, cursos de español para ucranianos y el centro de voluntariado de la asociación.
El diálogo en torno a las artes audiovisuales ocupan un lugar destacado. Como ejemplo podemos nombrar la gran exposición del modernismo ucraniano “Marcados por el tiempo: el arte moderno en Ucrania en 1900-1930” en el museo Thyssen-Bornemisza en Madrid, que se ha convertido en una de las más importantes de la vida cultural europea en 2023-2024. Las colas para entrar al museo mostraban el gran interés hacia la cultura ucraniana. Según nuestro punto de vista, en el contexto de la guerra fue un proyecto que trascendía lo cultural, siendo también de importancia diplomática. El catálogo de la exposición salió a la luz en tres idiomas al mismo tiempo, español, ucraniano e inglés. Los críticos publicaron en El País en el ABC que la exposición le “devuelve a Ucrania su nombre artístico”.
Volviendo al tema de la relación bilateral, es importante ver la presencia de los ucranianos en España. El número de ucranianos residentes en España se triplicó desde el estallido de la guerra a gran escala, pasando de unas 97 mil personas a finales de 2021 a más de 313 mil a finales de 2024. Actualmente, un 70% de los ucranianos tienen el estatus de protección temporal concedido, destacando que según las fuentes estadísticas oficiales, unos 30 mil trabajan y están registrados en el sistema de la Seguridad Social. La mayoría de los que están en activo lo hacen en sectores como la construcción, hostelería, sector servicios e informática.
Más de 40 mil niños estudian en colegios españoles donde se les han ofrecido programas de adaptación y estudio del idioma. Según las encuestas, la mayoría de los niños escolarizados ya dominan el español y tienen buen rendimiento académico, demostrando altos niveles de capacidad en competiciones organizadas.
A pesar de todos los desafíos y la distancia física, las relaciones entre Ucrania y España son un ejemplo de que dos países pueden construir no solo una colaboración ventajosa, sino también mostrar una solidaridad sincera en tiempos de necesidad. Según nuestra opinión, el futuro de esta colaboración la llevará a ampliarse en los ámbitos de seguridad, educación, energía y transformación digital. Es importante ver que España se mantiene como un socio fiable de Ucrania en su camino hacia la Unión Europea y OTAN. Gracias a la población de ambos países, esa relación se va profundizando cada día más.
por Yuliia Tarasiuk
news via inbox
Nulla turp dis cursus. Integer liberos euismod pretium faucibua

